Desayuno: Es el único tiempo de alimentación que los niños traen del hogar, los posteriores a este son proporcionados por el CFI. Ello de acuerdo a la ingesta de alimentos en que se encuentren, según su edad.
Almuerzo: El “plato del día” por lo general cuando inician el proceso de alimentación son sopas y se adaptan a las verduras que los niños pueden ingerir, esta sopa es con la carne del día y para los días que hay pescado se cambia por carne molida, pollo o hígado. Los tiempos de comida para cada nivel son de aproximadamente dos horas entre una ingesta y otra. Posterior el chupón de leche. De acuerdo a la edad e ingesta de alimentos, se va incorporando el menú general del Centro.
Merienda de la tarde: Alimentos como atoles de frutas (no cítricos), fécula de maíz o avena. O bien se sustituyen por licuados o galletas, esto para los más pequeños, posteriormente empiezan a consumir los alimentos del menú habitual.
El proceso de ablactación es incorporación de alimentos junto con la leche. Antes del año el proceso de alimentación en el nivel de bebés se hace de forma personalizada, durante este periodo los padres de familia, guiados por el pediatra van informando y coordinando con la docente los alimentos que empieza a consumir el niño para así darle continuidad en el Centro. A estas edades el menú que se ofrece en el CFI, excluye de forma permanente la ingesta de: cítricos, fresas, huevo, tomate, lácteos, pescado y mariscos. Al ser un nivel donde la alimentación debe variarse constantemente y adecuar a las necesidades, no hay un menú fijo.
Después del año los niños que pueden consumir la mayoría de alimentos inician con el menú que ofrece el CFI y a su vez se da continuidad al proceso de ablactación que esta por culminar. Los principios rectores de la ingesta de alimentos en el CFI son:
- El padre deberá informar cualquier reacción anómala del niño a cualquier alimento para suspenderlo de inmediato en el Centro y no ofrecérselo.
- Si por referencia médica un niño no puede consumir un alimento, se brinda la opción de un alimento alternativo, pero si del todo lo que proporcionamos al niño no se adapta a su necesidad, dejamos a discreción del padre de familia enviar lo que el niño consume.
- En los niños de todas las edades ante cualquier cambio de la dieta, los padres de familia deben actualizar la ficha médica del menor e incluir la lista de alergias o intolerancia a los alimentos, ya sea porque puede ingerir un nuevo alimento, o bien dejar de consumir alguno. (A excepción de bebés que están en transición que puede durar meses).
- Cuando los niños tienen restricción para el consumo de un alimento, los padres de familia deben informar de forma específica (alimentos puros o productos derivados de este, es decir combinados) que el niños no puede consumir como es el caso del huevo, lácteos o gluten.
El personal del CFI no introduce los alimentos que los niños prueban por primera vez, ello con el fin de evitar que se genere alguna alergia o intolerancia por parte del niño mientras permanece en el Centro.
La transición de los alimentos de cada niño depende de las políticas dadas por los pediatras y de las familias. Siempre y cuando se ajusten a la oferta del Centro (Guía del Centro).
La política del CFI en el proceso de alimentación es motivar a los niños a consumir y probar los alimentos, incentivando a través de diferentes estrategias, las docentes utilizan canciones o juegos y en ocasiones acuden al cambio del nombre del alimentos por palabras que les parezca graciosas y lograr así avanzar en el proceso. Cuando un niño se muestra negativo a ingerir los alimentos bajo ninguna circunstancia se les obliga, pero si se les informa a los padres de familia para juntos abordar la situación en pro del bienestar del niño.